martes, 24 de marzo de 2009

Moda, elegancia y crisis


Lo siento, pero no puedo evitar hablar del tema estrella de todas las conversaciones de tertulia radiofónica, sobremesa ibérica o cumpleaños de hijo de treintañero que se precie: la crisis económica. Esa que nos está obligando a modificar nuestros comportamientos, lo cual no es otra cosa que la forma en la que consumimos. ¿Acaso no se ha fijado el amable lector en la correlación creada sin tapujo alguno entre “comportamiento humano” y “consumo”?.

La cuestión es que estamos variando nuestras rutinas desde que nos hemos dado cuenta de que ya no somos tan pudientes como creíamos, es decir, desde que acudir a pedir un crédito no es tan sencillo como antes. Aquella época gloriosa en la que las “codiciosas” entidades financieras nos concedían una ampliación de hipoteca en dos patadas o nos daban cinco millones de las antiguas pesetas (equivalente a treinta mil de los modernos euros o cuarenta mil dólares de los de los EE UU de toda la vida) para comprar el coche de nuestros sueños. No, nosotros no éramos codiciosos, simplemente nos dejamos llevar.

Ahora ya hay que pensárselo un poquito antes de ir a darse un homenaje a base de jamón pata negra, ternera gallega y demás viandas propias, todas ellas regadas con el ribera del duero de turno, porque el rioja “es muy duro”. Los ochenta euros por barba para una comida “como Dios manda” en el restaurante nuevo de la ciudad ya se quedan en casa y hemos empezado a valorar de nuevo lo bien que cocina la madre de uno o el propio interesado con tal de ahorrarsnos la estocada del refectorio público de marras.

Ese cambio en el “comportamiento” ha sido de los más fáciles de asimilar. Pero al personal entregado a la moda, las tendencias y demás vericuetos de la imagen esto de la crisis les está moviendo los esquemas con mucha más profusión. Porque la A.M.T.E.T.C.Q.C.R.M.S.V.E.S.G. (ver diosloscriayellossejuntan.org, muy indicativo de lo que aquí se habla) esa que anuncian en televisión tiene más adeptas de las que imaginamos.

Las medidas para paliar cualquier caída en el descrédito fashionista no se han hecho esperar. Ya hace algunos meses que irrumpió con fuerza el denominado movimiento –¡ahí es nada!- DIY, en idiomas duityorself, o sea, hazlo tú mismo. Esta nueva tendencia no consiste en otra cosa que en el clásico “corte y confección” de nuestras madres y abuelas, revisado y adaptado a las nuevas tendencias, faltaría más.

Las duityorselfistas agarran una chaqueta de punto out y a base de corta y pegas muy concienzudos –puede emplearse aquí el término tailorear, como síntoma inequívoco del bilingüismo asociado al hecho en sí de practicar el corte y confección del nuevo milenio- y la transforman en la prenda it que no puede faltar en el armario de esta primavera-verano. Si el resultado no es el óptimo, o los trasquilones de las tijeras de cortar el pescado se notan demasiado, entonces la duityorselfista se pone una kufiya a juego con el conjunto y, además de ir al última, se nota la conciencia social de la interfecta.

Otra medida con cierto predicamento, sobre todo en el mundo digital, está siendo la de vender objetos usados al personal. Claro que la compra de los mismos es, en si misma, una importante medida de ahorro. La primera lo vende para comprar trapitos nuevos en la tienda de ropa rápida del centro comercial más cercano o en el outlet –hay que dedicarle un artículo a estos templos de la compra masiva- del polígono industrial que hay junto a la urbanización de adosados en la que vive. La segunda, la compradora, se permite re-estrenar a precio de saldo. En fin, la cuadratura del círculo.

La cuestión es que las de la A.M.T.E.T.C.Q.C.R.M.S.V.E.S.G. ahora están echando de menos haber invertido un poco menos de dinero en ropa rápida y trapos de usar y tirar varios y mucho más en tener lo que se llama un “fondo de armario” decente. Aunque algo me dice que ni la crisis va a hacer que recuperemos la elegancia.

16 comentarios:

lola dijo...

Paco tengo que hacerte una confesión, yo siempre tuve un fondo de armario "decente" pero a la vejez viruelas, me he vuelto zaraadicta.
Por otra parte tu artículo me ha recordado mi época en Cuba, cuando mi madre reciclaba la ropa de ella o mayormente de mis cuñadas que son algo mayores que yo, para que yo pudiera tener algo con qué salir, imagínate una chica en la edad del estirón y que sólo daban tres metros de tela en un año.
Y mi traje de la comunión,después de haberlo utilizado para tan importante día sufrió tres transformaciones para reciclarlo en ropa de calle, bueno más bien "vestidito de domingo". , incluso lo llegaron a usar mis sobrinas.
Un saludo afectuoso,

Anónimo dijo...

La crisis no sólo está provocando el reciclaje de la ropa, sino de todo aquello mínimamente reciclable. El hecho de que internet sea el medio por excelencia que está aliviando esta nueva necesidad, me parece genial. Por ello, animo y felicito a todo áquel que participa en esta nueva cultura del intercambio y compra on-line, ya que el mercado está totalmente colapsado por Inditex y compañía.
Tal vez el ciber-espacio sea nuestra única salvación ... para no perder la poca elegancia que queda.

Besos, Jordana.

Hanging in my Closet dijo...

Ya que me doy un poco por aludida,te tranquilizo diciendote que no me lo voy a gastar en Zara...Lo iba a utilizar para invitarte a cenar a 80€ por cabeza,pero como veo que la idea te parece "poco elegante" voy a replantearmelo.

A ver que hago yo ahora con las botellas de Matarromera...

Beatriz dijo...

Paco, muy bueno!
Ya dije yo cuando esto emezó a despuntar que la crisis tendría su lado bueno.
Ayer mi carnicero me decía que en el puente de San José su pueblo ha vuelto a renacer, los que antes viajaban al caribe han redescubierto sus ancestros y se apuntan a las vacaciones rurales (por narices).
Está muy bien, reciclar, vender lo inservible, agudizar el ingenio para sobrevivir de la mejor manera posible, no lo encuentro ordinario, me parece divertido y avispado.

Ya veremos si de verdad aprendemos un poquito de esta experiencia, lo malo es que tiene pinta de ir para largo, y ahí no sé yo si le encontraremos la gracia.

Gratistotal dijo...

la crisis va a recuperar la elegancia? dios te oiga! uy, se puede mencionar a dios en este blog, o no es politicamente correcto??

Alejandrina Cara de Gallina dijo...

Mi pregunta es si teminando la crisis regresara la elegancia???
la tuvimos en la opulencia????
yo voto por la creatividad y la capacidad de resilencia...
(verso sin esfuerzo)

La Mut dijo...

Pues a mi me parece genial el recuperar las cosas antiguas, o que la gente se confeccione sus cosillas,ojalá yo supiera coger una cortina y hacerme un vestido...
Igual así la gente tendría un fondo de armario decente, y no lo que tienen

Pakithor dijo...

Hola Lola,

Exactamente eso es lo que yo digo: el corte y confección de toda la vida que vuelve con fuerza.

Jordana,

La Red no creo que sea solución para nada de esto, sino más bien un multiplicador de comportamientos poco elegantes, de aquel mar de conocimientos con un centímetro de espesor, que se decía aquí otro día. Por lo demás yo ni aplaudo ni dejo de aplaudir lo de intercambiar ropa o complementos, lo que yo me pregunto es si hay que estrena por narices, aunque sea de segunda mano.

Yose,

¡Qué buen humor el tuyo!. Me apunto a la cena y me "conformo" con el riojita, pero si te sobran botellas te doy la dirección ya mismo.

Bea,

Pues sí que parece que esto de la crisis, en algunos aspectos, puede hacernos recuperar la cordura y valorar lo bueno, frente a lo caro, lo que está ahí al lado, frente a los paraísos de todo incluido y vuelo de doce horas. Seguiremos muy atentos la evolución de la cosa.

Raquel,

Aquí se puede mencionar a Dios pero así, con mayúscula, para diferenciarlo del dios de la ropa rápida que ese, sin lugar a dudas, se escribe con minúscula, dado que es un dios menor.

Alejandrina,

Como digo la crisis puede traer efectos positivos, pero no creo que el mundo vaya a verse tan afectado como para que los "comportamientos" se vean modificados una vez que el acceso al crédito sea fácil nuevamente.

Sol,

Mira que yo no quería hablar de política en esta ocasión, pero como dije ayer en tu blog: ¿en manos de quién estamos, Dios mío (¿Ves Raquel?)?.

La Mut,

Pues a mi el fondo de armario que no me lo toquen para "tailorearlo".

Mil gracias a todas por seguir ahí.

Anónimo dijo...

Desgraciadamente no creo, en efecto, que la crisis haga recuperar la elegancia...

Trapiello dijo...

Pacoooooooo,Que tal todo?Cuanto tiempo!Yo en Valencia mas aburrida que nadie,echaba de menos tus post!!!
Un besazo

Alphonse Doré et Noir dijo...

Ni con crisis ni sin ella saldremos de este hiperconsumismo de moda.
Hoy mismo en una discusion una chica me decia: prefiero quitarme de otras cosas pero poder ir mona.
Y me ha hecho pensar en el concepto de ropa nueva=guapa/o

Y no me parece tan mal el DIY, siempre es mejor que tirar directamente a la basura. Despues de todo ¿Cuantas vidas tiene una prenda?

Pakithor dijo...

Edward,

Yo soy optimista y espero que algo cambie. No será todo, claro está, pero menos da una piedra.

Trapiello,

A mi también me alegra saber de ti. Escríbeme unas líneas al correo y te cuento mis avatares.

Alphonse,

Gracias por pasar por aquí. Yo no estoy ni a favor ni en contar del corte y confección, sólo señalo el comportamiento y que cada cual ponga la mano en el pecho. ¿Es obligatorio estrenar?, ¿qué valor tiene una prenda que se puede cortar con las tijeras del pescado para convertirla en una nueva?. Son preguntas que yo me planteo.

Gracias a todos por estar ahí.

Pakithor dijo...

Sol,

Reproduzco aquí lo que he comentado en Red Hispania:

Sol, muchas gracias por tus palabras. Efectivamente siento un tremendo amor por mi país y vivir fuera de él me ha hecho ser consciente de lo que es una PATRIA.

Sobre lo de incorporarme a esta Red, sin ningún problema, aunque ya advierto que mis opiniones pueden distar mucho de las que puedan ser "oficiales" en este sitio. Tú lo sabes y por eso aprecio aún más tu "nominación".

Un fuerte abrazo.

Espero tus instrucciones.

El Aristócrata dijo...

Es por todo esto q nos cuentas por lo q siempre he mantenido q si compramos calidad (q no marcas) las prendas nos pueden durar muchisimo tiempo y ser inmunes a las épocas de crisis. Un buen traje y unos buenos zapatos seguro q pueden ser testigos de varias crisis.
Un abrazo y bienvenida de nuevo

Pakithor dijo...

Gracias Aristócrata. Una vez más coincidimos. Me alegra verte por aquí de nuevo.

Blogosfera Hispánica dijo...

Estimado amigo:

Te hemos enviado en un mail el permiso de escritura en nuestro blog Red Hispania a la dirección de correo desde la que nos escribiste.

Bastará con que pinches en el link en él contenido para que puedas empezar a escribir en nuestro blog colectivo.

Un saludo cordial :-)


BH