miércoles, 9 de enero de 2008

La Navidad y la elegancia. Una reflexión a posteriori.


Cuando diciembre nos anunciaba con furia que nos estábamos metiendo de lleno en ese período consumista-festivo que son las navidades, me atreví a señalar algunos de los comportamientos que solemos repetir los seres humanos con invariable solemnidad año tras año. Durante mi visita a España, he podido comprobar descorazonadamente que, todos aquellos usos y costumbres, no sólo se consolidan, sino que van a más.

No quiero realizar un catálogo detallado de lo que he observado con perplejidad durante este último mes. Pero no voy a dejar pasar la ocasión para referirme a algunos de los más insólitos detalles de lo que podemos empezar a denominar como la época más falta de elegancia del año.

Mis padres viven en una localidad del cinturón metropolitano de Granada. Es un pueblo mediano y muy influido por su cercanía a la capital. Esta influencia no es óbice para que los gobiernos municipales de turno pretendan generar una especie de vida cultural propia para que sus habitantes no se desplacen a la ciudad, a menos de 15 minutos en coche. Este año la novedad ha sido la publicación de un programa de actividades navideñas, como si de las fiestas populares se tratase. En España la alegría de los políticos por gastar el dinero ajeno no conoce límites. Dentro de dicho programa se encontraban, como actividades estrella, las tradicionales funciones de los escolares del municipio. En un intento de magnificar este tipo de eventos más familiares que multitudinarios, las funciones han sido rebautizadas como “galas”. Ahí es nada.

En mi caso asistí a una de las “galas” que se programaron para las 12 del mediodía. Lo aclaro por si alguien pensaba que lo propio era acudir de esmoquin y vestido largo, ya que a mi me entró la duda al respecto de la formalidad de la indumentaria a utilizar. Tranquilos, mucha cámara de fotos, pero de los orgullosos padres, y nada de alfombra roja –o verde como en los Goya®-. La misma función de siempre, pero ascendida a los cielos glamurosos por la vía del cambio de nombre.

Sobre la decoración externa veo que la cosa no ha parado. Al contrario, este año se han puesto muy de moda los Santa Claus o Papá Noeles colgados de los balcones, simulando que trepan para entrar a dejar los regalos. ¡Qué tierno!. En muchos de los casos los monigotes parecería que lo que habían decidido era practicar el suicidio colectivo, es decir, que se habían ahorcado en los balcones de sus simpáticos anfitriones. He visto edificios en donde más de la mitad de los pisos lucían en sus balcones al muñeco en el duro trance de la asfixia. Sin hablar de la masiva iluminación en portales, terrazas y jardines. Así uno entiende cómo muchos de estos decoradores navideños de fachadas, cuando logran alcanzar un puesto público se dedican a organizar “galas”, en lugar de acudir a la función navideña del colegio de su hijo.

A pesar de la crisis en ciernes, el consumismo no ha bajado demasiado su habitual tono de centros comerciales llenos. La marea de gentes con bolsas por las calles céntricas no ha cesado. De parte de los que venden quizá el grado sea ya superlativo. He visto tantos anuncios de perfume en un mes como en todo el resto de mi vida. Por cierto que cuatro de ellos, curiosamente, los protagonizaba la misma diva adicta a los opiáceos y musa de muchos de los de mi generación.

Las Navidades en España siguen siendo el culto a lo hortera. A lo “polo”, que dicen en Costa Rica. A la decoración excesiva. A los oropeles por doquier. A las compras desaforadas y al regalar sin ton ni son. Aunque sobre esto del regalo por decreto ya hablaremos más despacio. Esperaré a que los calores post-navideños se tornen en frías reflexiones de cuesta de enero.

20 comentarios:

Belén dijo...

y eso que no has visto la decoración de algunas ciudades...

besicos

lola dijo...

Primero: que tengas un año 2008 lleno de cosas buenas.
Lo de los papás Noel creo que ya te lo comenté en el post anterior, ¿no escuchaste cuando estuviste ahora, que un cura en no se qué pueblo propuso colgar al niño Jesús,(de los balcones) para ir en contra del gordo vestido de rojo? La verdad es que no sé que es peor.
Por otro lado, perdí la oportunidad de hacer una foto que te hubiera encantado, era un balcón con una decoración de luces tipo discoteca, que era lo más kitsch que te puedas imaginar, cuando lo vi, me acordé de ti, ¡lástima que no llevaba la cámara en ese momento!
Saludos!!

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo.
Odio los papas noeles que cuelgan de los balcones!! me horroriza!!!
Como bien decías en el post anterior:
"decoración dentro de casa"

Me alegro que hayas vuelto, ya te echábamos de menos.
Feliz año!!

Désirée dijo...

Los papanoles colgando me matan. Cosa más hortera, por favor.
Desgraciadamente el mal gusto no es sólo en españa, paco, sino que se extiende como una plaga por todas partes.
Me atrevo a decir en tu blog que viene del famoso país de Norteamérica?!

Marta dijo...

Hola
Gracias por la visita. Decirte varias cosas. Primero , que suelo visitar tu blog, lo conocí por la lista de links de baglife, y enseguida me atrajo por el nombre. No se por que nunca te he dejado un comentario, es curioso, por que lo suelo hacer. De todas formas, perdona.
Lo segundo. Vives en Costa Ricaaaaa, no sabes las ganas que tengo de volver, fue el viaje de mi vida, un gran descubrimiento, no sabia que me iba a fascinar tanto. Enhorabuena, tienes suerte, ah y un gran blog, con el que estoy de acuerdo la mayoría de las veces. Un abrazo y no te digo lo de pura vida que estarás hartito. Lu

Gratistotal dijo...

Ya sabes que lo estuvimos comentando: un horror de fachadas....y en interiores ni te cuento las cosas que he visto...árboles con luces de puticlub, adornos llenos de grietas y esportillados, belenes con el río de papel albal.....MENOS MAL QUE YA ESTAMOS EN LAS REBAJAS

ev dijo...

Me gustaría reflexionar porque la invasión de “Santa” en las Navidades, pese a que si al parecer tiene una historia arraigada en varios países con sinónimo de tradición, la pregunta sería ¿porqué nos la apropiamos, con que afán?, ¿es solo una trillada estrategia de ventas, o acaso no un vacío por falta o pérdida de la vivencia en sí de fiestas culturales con arraigo en lo propio, que si sean de nuestros pueblos o ciudades, que reflejan además esa pérdida del compartir colectivo y urbano, con raíz más profunda quizás en el sentido de “la familia” y el cultivo de la espiritualidad individual? Porque así como lo expresas Paco, es una fría invasión colectiva sin cuestionamiento alguno. No sé cuantos muñequitos de esos colgaran de sus fachadas, pero ¿qué, del interior de las casas…?

Pakithor dijo...

Belén, precisamente muchos de los que hoy cuelgan papa noeles mañana son los encargados de iluminar las ciudades. ¿No te parece?.

Lola, feliz año para ti también. Algo he leído sobre la idea de colgar al Niño Dios de una cuerda. Sin comentarios. Ejemplos de balcones/discoteca no han faltado estas navidades.

Aralis, yo también echaba de menos a la parroquia bloguera. Que tengas un año fantástico.

Démonée, no hay que echarle la culpa siempre al "imperio del mal gusto", la imaginación para lo hortera no falta por ningún lado.

Lu, mil gracias por tu comentario. Aquí en Costa Rica todo pura vida, sin grandes novedades, como es habitual. Si te animas a venir de nuevo aquí estaré unos añitos más. ¿Intercambiamos enlace?.

Raquel, a mi el río de papel albal y musgo del jardín me recuerda a mi infancia. Cuando hay niños en casa creo que es a ellos a los que hay que darles protagonismo. Otra cosa son los mayores que no han vencido esa época y llenan la casa de adornos en plan tienda de decoración.

Eve, en lo comercial no hay invasión porque existe consentimiento, es decir, si lo compramos no podemos sentirnos víctimas. Efectivamente se ha perdido la identidad cultural. El caso de España es absolutamente paradójico. El colmo llega cuando sabes que en Latinoamérica se sienten arraigados y con plena vigencia los usos procedentes de la Madre Patria y ahora resulta que en ésta lo que prima es lo importado.

Muchas gracias por los comentarios, como siempre certeros y enriquecedores.

Marta dijo...

Seria un placer volver a CR, que recuerdos, lo que me pude relajar yo en las hamacas del Melia Conchal, mis excursiones de pesca del Merlin, mis baños interminables en las aguas del volcan.....pero creo que sera dificil volver. Si vuelvo, le avisare, no lo dude. Le linko, Creo que esta semana hago reforma en mi lista de blogs y ya está ud. en la misma
Un abrazo

Pakithor dijo...

Lu, por favor, no me hables de usted, por mucho que aquí todo el mundo lo haga en general. Ya te pongo en la lista.

Besos.

Tawaki dijo...

Será que soy muy raro, pero:

No he visto ni un sólo anuncio. Sólo enciendo la televisión para ver DVDs y últimamente ni eso.
El único programa que he visto ha sido el Concierto de Año Nuevo.

No he engordado ni un gramo. No he comido turrón, he bebido una copa de Champagne.

He comprado lo mínimo y he comido igual de bien que siempre, pero sin excesos.

En resumen, estoy de acuerdo contigo, pero creo que cada uno tiene la Navidad que quiere tener. Todavía podemos elegir.

Un abrazo.

Tawaki dijo...

Ah, se me olvidaba, tampoco he quitado ningún adorno porque no los había puesto.

Marta dijo...

Gracias, no sabes que descanso esto del tuteo.....es verdad, no se por que eso de que se haga tanto. Bueno asi es mejor.
Abrazos

Anónimo dijo...

No me gusta nada el auge de Papa Noel. Es una imposición norteamericana. En España, deberíamos potenciar, como toda la vida, la figura de los Reyes Magos.

El tema del consumismo es preocupante, aunque cada año va a menos por la poca liquidez de la gente.

un abrazo.

Pakithor dijo...

Tawaki, veo que sigues unos hábitos muy sanos, casi frugales, diría yo. Por el contrario yo si aprovecho mis visitas a España para recrearme con los placeres de la buena mesa. Privados, siempre privados.

Fernando, Papá Noel no es ninguna imposición. Como he dicho antes nosotros lo hemos abrazado y casi lo hemos hecho propio. Coincido contigo en que son los Reyes Magos los que deberíamos conservar, pero su decadencia, desafortunadamente, es evidente.

Abrazos.

Marta dijo...

Mi querido Paco, Pakithor, pero como no te voy a linkear a ti si ya eres uno de mis "diarios". Pero por favor, concedenos otro post, ya, aunque solo sea para dejar de ver al pobre Papa Nöel desgañitandose por las alturas!!!!!!!!!!!!!!

Pakithor dijo...

Gracias, Lu, por el cumplido. A ver si las musas se dignan a visitarme y quitamos a ese patético monigote de la refinada vista de los asiduos como tú.

Un beso.

Anónimo dijo...

Pues por lo visto nadie de aquí ha visto los muñecos de los Reyes Magos (que de cerca parecen tres Nancys con barbas, los vi en un supermercado) en las mismas posturas suicidas de Papá Noel. Este año hacen furor. Así que de rivalidad entre lo propio y lo importado nada, el mal gusto une todo.

Marta dijo...

Paco, por Dios!!!!! LLama a las musas, haz un conjuro si quieres para que vengan, pero por favor quita ya ese esperpento de la navidaddddddddddddddddddd. Es cruel, que nos hagas esto. Hemos conseguido que Bilbao se limpie por fín de Olentzeros y Papa Nöeles colgantes, y ahora tu nos lo recuerdas!!!!!!!!!!!!!!

Pakithor dijo...

Lime, gracias por tu comentario. Falta balcón para colgar a los tres Reyes Magos, máxime si le incluímos los camellos.

Lu, ya casi. Te lo prometo.