lunes, 31 de mayo de 2010

Mayo y la elegancia


Tengo que iniciar esta líneas disculpándome por la tardanza. Sí, he tardado semanas en escribirle a este mes tan peculiar que aún nos cobija.

Es mayo un mes luminoso. Deja de un lado mayo las aguas mil del mes precedente para traernos el sol. Un sol que brilla entre las nubes de la indolencia machadiana. Es el mes en el que realmente la sangre se altera, no el lúgubre marzo, ni el tormentoso abril.

Este tránsito que es el mes de mayo nos trae igualmente cierto grado de duda. Las mañanas frías se tornan en mediodías calurosos, y por la tarde regresa la bonanza. Cuesta acertar con la indumentaria, aunque quizá no tengamos que preocuparnos tanto por el frío o el calor, sino por la luz que irradia el mes de mayo.

Esta luminosidad de mayo, sin embargo, puede tornarse en oscuridad. Y es que mayo es un mes complicado toda vez que algunas criaturas ya lucen el tirante sobre la piel blanquecina. Diría uno que ha calado demasiado esta moda vampírica de libros de lectura fácil y profundidad escasa. Aunque algo me dice que cada mes de mayo la escena se repite. Con o sin crepúsculos.

En mayo, el acecho del verano exacerba las visitas a la playa. Algunos tienen que echar mano de la caja de herramientas -los que la tienen, claro está- y sacar el martillo para clavar los vientos de la jaima. Me refiero a esa estructura presuntamente móvil que supone, de facto, una ocupación temporal de la zona marítimo-terrestre bajo la cual se pertrechan del sol las familias, generalmente con tres o más generaciones representadas, que carecen de vivienda en las cercanías de la playa.

Así es mayo. Un mes de hermosos atardeceres, de luz que encandila por la ausencia, aún, de canícula. El mes en que las endorfinas, si se me permite la cursilería. Pero también es el mes del carnaval en las calles: mangas largas, mangas cortas y tirantes. De la playa incipiente y blanquecina. De los días que se alargan hasta el infinito.

Mayo es, por activa o pasiva, el mes de la elegancia.

8 comentarios:

Gratistotal dijo...

mayo florido y hermoso pero....mi frase es ? ya ha llegao el calorrrr y ala, a vestir cutre

Unknown dijo...

desde luego, mayo es un mes fantástico, de temperaturas amables y preciosos atardeceres, pero en Madrid es con demasiada frecuencia, el arranque de la ebullición...
bienvenido de vuelta!
X

lola santana dijo...

Hola Paco, ¡cuánto tiempo! aquí en las islas, casi siempre vestimos igual por el clima. Con excepción de algunos días verdaderamente fríos o lluviosos, podemos ir en sandalias y manga corta casi todo el año.
Parafraseando una publicidad que se hacía en mi tierra natal te digo que En Canarias es mayo todo el año.
Que tengas una buena semana.

Agustín Alcaraz Peragón dijo...

Saludos Paco, interesante entrada. Al leer su título he recordado a una veterana profesora que tuve hace años (décadas en realidad) en la Universidad. Era una señora de las de antes, de las "de toda la vida". Y recuerdo una frase suya al respecto. Decía que el mes de mayo era aquel en el que empezaba a verse la clase de una señora, y el de junio el que más ponía en evidencia la falta de ésta (la clase), pues a su juicio, una dama que se precie de serlo, una dama elegante no debía quitarse las medias hasta la festividad de la Virgen del Carmen (16 de julio), que es cuando se podía considerar adecuado sin menoscabo de la elegancia.

Un saludo, blogger caro de leer.

Pakithor dijo...

Muchas gracias Raquel, Xavi, Lola y Venti por vuestros comentarios. Así da gusto volver, aunque haya sido a medio gas.
En realidad, Lola, yo que he vivido en ese "mayo eterno" he de confesar que mayo siempre es mayo, incluso en el trópico.

Besos y abrazos.

Pakithor dijo...

Bueno, Sol, a Calderón no sé, pero ya sabes que siempre he sido muy de Umbral. El lunes estuve en Sevilla y ya se va notando "la" calor... ¡tela!.
Gracias por tu comentario.

Desconocida dijo...

vaya nunca habia pensado tanto en el mes de mayo xD
bonito blog, te sigo!

Anónimo dijo...

Hola Pakithor, cuánto tiempo sin leerte! Ahora que vuelvo a publicar y a visitar a los amigos, resulta que tú nos tienes abandonados desde mayo. Desde luego que no nos ponemos de acuerdo!!! jajaja

Muchos besos,

Jordana