martes, 10 de julio de 2007

El cine y la elegancia


Los que me conocen saben que no soy un gran amante de las salas de proyección. Acudir a un cine rodeado de decenas de desconocidos para ver, a oscuras, una producción cinematográfica no se encuentra entre mis preferencias a la hora de elegir en qué invertir mi tiempo libre. Creo que quedé un tanto traumatizado hace muchos años cuando estuve viendo una película y aquello parecía el circo. La gente aplaudía, reía a carcajadas y vociferaba. Hace mucho tiempo que no hace falta meterse en un salón oscuro, rodeado de personas a las que si fueran mis vecinos ni siquiera saludaría, que dijera Mallarmé, para ver un buen largometraje. La intimidad del hogar, propio o ajeno, es mil veces mejor para apreciar eso que, de manera tan cursi, llaman “séptimo arte”.

Empero no voy a insistir en este tema de la asistencia masiva a los cines. Al fin y al cabo es una forma de ocupar el tiempo como otra cualquiera, con el matiz de que son esos comportamientos, entre lo público de la multitud y lo anónimo de la luz apagada, los que marcan la diferencia entre un acto anodino y la absoluta falta de elegancia. A lo que yo me quiero referir es al cine en sí mismo. El cine como fenómeno social y de masas.

El cine se convirtió a mediados del siglo pasado en un referente para las personas de todas las edades y condiciones sociales. Antes de la aparición de la televisión, el cine exponía los modelos sociales a seguir, siempre desde la distancia que posibilita el poder idealizar los contextos, las situaciones y los personajes. El cine representaba un mundo de ilusión y fantasía, mezclado con un toque de realidad, que transportaba a los espectadores a momentos únicos e irrealizables. La conversión de la fantasía en realidad se obraba por medio de los protagonistas de las películas. Me refiero al Hollywood clásico, dado que el cine en el resto del planeta simplemente ha sido una suerte de imitación de lo que sucedía en los estudios de la particular Meca de este espectáculo.

Los protagonistas del cine, los actores, se convirtieron en la referencia a seguir por millones de personas. Eran la representación viva de lo que sucedía en el celuloide. Imponían los cánones de la elegancia. Humprey Bogart, Fred Astaire, Rock Hudson, Ingrid Bergman, Olivia de Havilland o Bette Davis son algunos de los ejemplos de los personajes, reales y de ficción, que han representado la elegancia durante décadas. Todos ellos dentro y fuera de la gran pantalla mantenían un estilo único de serenidad, belleza y carisma. Si miramos a nuestro alrededor, el nuevo “lujo” es una reedición de todo aquel mundo del cine clásico de los 50 y 60, incluido el blanco y negro de aquellos momentos irrepetibles del “séptimo arte”.

Aquella época dorada del cine nos dejó inigualables estampas que hoy se reeditan una y otra vez, en esta ocasión para vender ropa, bebidas o apartamentos de lujo. Porque aquellos actores, con sus díscolos incluidos, destacaban por su elegancia a un lado y a otro de la cámara. La elegancia trascendía a los personajes y a los atuendos impuestos en los platós, llegaba al ámbito privado. Así, nunca vimos a Cary Grant vestir con andrajos, ni tampoco lo detenían todos los meses por conducir ebrio.

A gran diferencia de los modelos que hoy imponen los protagonistas de la industria del celuloide, los grandes actores del cine clásico venían a ser los máximos exponentes de la elegancia de la época. ¡Qué pocos quedan ahora en medio de tanta bazofia cinematográfica!. Salvo contadas excepciones hoy los actores más famosos, entre los que hemos de contar a no pocas rutilantes estrellas que nunca han logrado brillar más que en alguna serie de televisión, no son el ejemplo a seguir cuando de elegancia hablamos.

Los más “glamourosos” en la pantalla gigante parecen piltrafas humanas en su vida diaria. Vestidos como indigentes, habitualmente, o ataviados con esperpénticos modelos, cuando pisan la alfombra roja –por cierto que “alfombra” no es lo mismo que “carpeta”-. Sin hablar de sus nada elegantes comportamientos, entre los que destaca la ingesta abusiva de sustancias estupefacientes, principalmente alcohol y cocaína, o la manía de visitar países subdesarrollados, no para realizar safaris aunque vayan ataviados para la ocasión, sino para traer como recuerdo y en adopción algún pequeño nativo.

Desgraciadamente la influencia del cine en la sociedad va en aumento y sus personajes son productos de consumo masivo para millones de personas. Ya se ha dicho aquí que muchos de estos alcohólicos redomados –nunca redimidos- que pueblan las pantallas vienen a ser como los ejemplos a seguir por jóvenes y mayores, que ven en ellos esa vida de vino y rosas –sobre todo vino- que todos ansían dentro de una sociedad sin principios.

No entro en consideraciones acerca de la calidad de los largometrajes que se producen hoy, ni soy crítico de cine, ni tengo elementos de juicio para valorar la maestría de directores y actores en el desempeño de su profesión. Sobre el cine español me remito a http://eleganciaperdida.blogspot.com/2007/01/la-elegancia-pisoteada-en-los-goya.html.

8 comentarios:

lola dijo...

Hola Paco, la verdad es que he estado dudando en si te contestaba o no, primero no se a que clase de cine irías cuando te quedaste tan traumatizado, no creo que haya sido un sitio muy elegante, lo que me extraña en ti, sino a algún cine de barrio donde las chinches acompañan al espectador hasta que termina la película o hasta que harto de los picores éste se marcha antes de que aparezca la palabra fin (que por cierto ya no se pone al final de las películas).
Actores dando mal ejemplo los ha habido siempre, lo que pasa que los grandes estudios se cuidaban mucho de que sus "pertenencias" (actores y actrices) salieran en las páginas de sucesos, pero no siempre podían evitarlo si el escándalo era muy grande. (Roscoe "Fatty", Errol Flynn)Y aquí en Las Palmas cuando se rodó Moby Dick, al parecer Gregory Peck cogió una borrachera que acabó con varios de los muebles del hotel. En cuanto a lo de la elegancia que pretenden mostrarnos las nuevas estrellas, estoy de acuerdo contigo, la mayoría parece que han sacado la ropa de una trapería.
Y en cuanto a lo de los safaris, no estoy de acuerdo en matar animales por el simple placer de hacerlo, pero no veo nada de malo en que se traigan algún "nativo" si con eso consiguen darle una vida digna.
Por cierto, es bueno reir en compañía, aunque sea con extraños, la risa es sana(siempre que no sea de burla) Baja un poco de tu estrado, y comparte con los demás, un saludo afectuoso.

Chepe Centro dijo...

Yo si me considero amigo de asistir al cine. A veces voy a ver obras fabulosas como la reciente versión de 'El Mercader de Venecia' con Al Pacino, otras a ver compilados de poca profundidad intelectual vs un gran despliegue de efectos audiovisuales que no educan pero entretienen.
Ahora, de eso a considerar a sus protagonistas como verdaderos modelos a seguir, hay un abismo sólo superable por cabezas huecas y rellenas de helio que logran flotar de un lado a otro.
La llamada 'farándula' y su inseparable hermanastra la 'prensa rosa' son de los peores insultos a la elegancia que conozco.
Solo puedo agradecer que en mi país no tenemos monarquía que alimente sus tabloides forrados en imitación de terciopelo.

Saludos cordiales!

Antillana del Mar dijo...

Paki ....... buena sentencia la de lolita ......... me parece que no le falta razón ....... ya yo te había dicho que este post para mi era desastrozo!! ........ a diferencia de otros en los que se refleja una crítica sabia, constructiva y argumentada ....... este me parece prepotente y carente de información y reflexión profunda sobre este tema ....... voy a ser dura!! ..... me parece que quisiste abarcar tantas ideas diferentes que terminaste por perder la escencia de la idea que te movió a escribir sobre este tema ......... en fin!! ...... me parece que, lamentablemente, no estás muy instruido en lo que es el cine y lo que ha sido ........ pero me refiero al cine como ARTE ......... no como industria cinematográfica ........ establecer estas diferencias es importante en todos los sentidos ...... porque ni tienen las mismas bases ni procedimientos ni mecanismos y mucho menos el mismo estilo ....... en cuanto a la asistencia a los cines .......... pues, desgraciadamente ........ muchas personas van porque no tienen más nada interesante que hacer y esto les dará de qué hablar al otro día en su lugar de estudio o de trabajo ........ o simplemente ...... van por ir! ....... y esta frase aunque pueda parecer vacía ....... es directa, concisa ........ pero no le hacen menos honor con sus actitudes a la película que vieron ........ toda la chatarra gringa!! ....... Hollywodense ....... con algunas excepciones y salvaguardando con pinzas algunos que otros directores norteamericanos que intentan salirse de los cánones establecidos por las grandes productoras y sacando también del potaje a algunos realizadores de cine independiente que se empeñan en lo mismo y por esto pagan el alto precio de tener que costearse sus propios trabajos ........ me da mucha pena que en países como Costa Rica se tenga más información del cine que se hace en Estados Unidos que el que se elabora en latinoamérica o en centroamérica propiamente ....... que ¨aparentemente¨debería ser más cercano ....... pero ya sabemos que esto no ocurre acá ........ o al menos no funciona así para la mayoría .......... porque la verdad ........ no te ofrecen otra cosa ........ yo ......... amo ir al cine a ver una buena peli ......... por dicha ........ vengo de uno de los países donde el cine ha marcadao pautas a nivel mundial ....... y se tiene mucho respeto por el cine ......... cuánto disfruté yo haciendo una fila para entrar a ver cualquier cosa que estuvieran pasando ........ y luego haber salido ....... como iluminada ....... iluminada por tipos como Kusturika, Wong Kar Wai, Lars Von Trier, Kurasawa, Michel Gondry o los latinos Fernando Meirelles, Hector Babenco y una lista de excelente cineastas que están imponiéndose a nivel mundial ........ del mundo mundial pakito (como tu dices) no de estados unidos ....... que desgraciadamente para ellos ........ no es el mundo entero ....... compartir un buen film con miles de personas a tu lado que están concetadas, como unidas por ese mismo lazo, por esa imagen, por ese estremecimiento ........ eso es insustituible!! ........ bueno bueno bueno!! ...... ya no digo más!! ...... ah!! si ....... otra cosita!! ...... no creo que Angelina Jolie necesite adoptar ¨nativos¨ para aumentar a su lista una portada de algún diario sensacionalista o una exclusiva en alguna revistilla de modas ....... pienso que lo hace porque ha estado allí ....... y ha vivo con esa gente .......... y es sensible y es un ser humano como otro cualquiera que se sensibiliza y se conmueve
....... y aunque no pueda dar de comer a todos los niños pobres del mundo ....... al menos da un buen ejemplo a las perosnas ........ me parece bien ¨estúpido¨que se critique a los artistas por hacer este tipo de cosas ........ que siempre se han hecho y las han hacen miles de personas, claro, miles de personas cuyas vidas no estás expuestas a la vista y al juicio del mundo entero!! ........ saludos Paki!! .......... besosssssssss ........

Pakithor dijo...

Hola Lola,

En todas las salas de cine -generalmente agrupadas en "multicines"- del mundo se presenta este tipo de fenómenos que yo describo. Ni que decir tiene esa manía patética de aplaudir cuando empiezan a salir los créditos.

"Chicos malos" siempre hay, de hecho yo mismo lo digo en mi artículo, pero es que ahora lo que casi no hay son "chicos buenos". Quizá merezca la pena ampliar un poquito en este particular.

En lo referente a la nueva moda de comprar souvenires hablaremos despacio.

Saludos.

lola dijo...

¡Bravo por Antillana!

Pakithor dijo...

Querida Antillana,

Tengo que confesar que me siento muy feliz de ver que hay personas a las que un artículo mío les provoca una reflexión tan interesante y profunda. Me siento honrado.

En mi artículo yo nunca he puesto en tela de juicio que exista cierto tipo de películas que puedan ser denominadas "arte", de hecho yo mismo digo que no pretendo introducirme en las turbulentas aguas de la crítica cinematográfica. De lo que yo hablo es del fenómeno social que se deriva del cine, dado que la palabra "cine" mete en e mismo saco a "Los albóndigas en remojo" y a "Ciudadano Kane". Eso creo que lo dejo muy claro en mi artículo. Porque el cine en sí no es arte, como lo es la pintura o la escultura, sino que se llega a convertir en arte. Lo cual es bastante diferente. Y los que influyen en la masa no son los actores de "Ran", sino los de "Ocean´s 13". Lo cual es realmente lo lamentable y lo poco elegante.

Está claro que yo detesto ir al cine. Pero no critico al que lo hace, siempre y cuando no se dedique a gritar, jalear, carcajearse o aplaudir como si la sala fuera el circo. Si para ti es romántico sonreir a la vez que lo hacen 150 desconocidos me alegro un montón por ti, yo prefiero ver las películas en casa e igualmente lo puedo comentar a otro día en la oficina. Insisto en que es cuestión de gustos, siempre y cuando no se pierda la perspectiva.

Veo que conoces muchos nombres de artistas del celuloide, sobre todo algunos europeos. En Europa se obliga a los cines a proyectar cierto porcentaje de filmes comunitarios, dado que de otra forma los propietarios de las salas sólo tendrían en cartelera lo que les da dinero. Eso dice mucho de lo devaluado que está el "séptimo arte" en esta sociedad nuestra.

Saludos.

elena dijo...

Bonito e inspirador post, me has dado algunas ideas.

En cuanto a la asistencia masiva al cine, hay que saber elegir las películas, las salas y el horario para no sufrir al resto. Y aún así...

Anónimo dijo...

En el cine cada vez se invierte más en efectos especiales, exploran técnicas cinematográficas más complejas, en actores más famosos y más guapos, en guiones cada vez más… bueno en guiones no invierten mucho, la verdad .Las películas has sucumbido a la más negra vulgaridad y mediocridad .Pero eso a lo que una vez se le llamó séptimo arte y dejó verdaderas obras maestras para ser admiradas de generación en generación terminó.