Valores, no derechos
-
En ocasiones se producen acontecimientos que ponen a prueba la solidez de
una sociedad. Estos meses, desde que iniciara la huelga de los sindicatos
del se...
domingo, 4 de mayo de 2008
La edad y la elegancia
La elegancia no entiende de edades. Se puede ser muy elegante con setenta años y un verdadero esperpento de persona a esa edad a la cual llamamos poéticamente “la flor de la vida”: los veintitantos años. La juventud no es sinónimo de elegancia, como no lo es la ropa de moda, por mucho que se empeñen los autodenominados “profesionales” del gremio con sus consejos de saldo y sus mezclas de prendas del todo a cerosesenta con complementos de marcas endiabladamente caras. Me atrevería a decir que de los dieciocho a los treinta la elegancia brilla por su ausencia, dado que el cerebro humano aún no está lo suficientemente curtido como para diferenciar entre ser parte de la manada y ser uno mismo, que es al fin y al cabo todo esto de la elegancia. Aunque visto lo visto últimamente y después de lo que aquí se va a glosar a lo mejor lo que procede es afirmar justamente lo contrario: rebasada la barrera de los treinta y pico, el cerebro sufre lesiones irreversibles que nos obligan a convertirnos en parte de la tropa grisácea que cubre las ciudades del denominado “Primer Mundo”.
A pesar de ello existen una infinitud de personas obsesionadas con aparentar que tienen diez, quince, veinte o treinta años menos de los que dice su partida de nacimiento. Es lógico. La televisión, las revistas, las vallas publicitarias nos machacan diariamente con cuerpos y caras perfectas de hombres y mujeres de ese rango de edad o que parecen encontrarse en esa “flor de la vida”. Insisto en lo que “parecen”, porque las personas con cierto nivel de fama y poder adquisitivo se esfuerzan física y económicamente por mantener edades post-adolescentes, incluyendo la tenencia de parejas en ese segmento poblacional.
La cirugía estética es el maná de la eterna juventud de nuestros tiempos. Uno va a determinados eventos sociales y se sorprende del porcentaje de señoras y señores que pasan por el quirófano para quitarse unas arrugas o para reparar lo que la fuerza de la gravedad ha puesto en el sitio que le corresponde, amén de los implantes capilares que se notan a kilómetros. En cualquier caso, esto de los retoques no es exclusivo de los que buscan la juventud perdida, porque lo más común en esto del bisturí consiste en el intento de generar algo que nunca existió: pechos, traseros, labios o pómulos. La ciencia al servicio del hombre. El hombre al servicio de la vanidad.
La vestimenta es lo que más espanta de los que no aceptan la edad que tienen. Como las señoras sesentonas que van al banco con la indumentaria del gimnasio, como la que me encontré el otro día -tan maquillada ella- con sus pantalones elásticos verde fosforito. O las minifalderas tipo Ana Obregón a las que no se sabe muy bien quién les habrá dicho que lucen unas piernas “estupendas”. El género masculino, a pesar de que se dice que los hombres mejoramos con la edad, igualmente nos obstinamos en ocultar los rigores del paso del tiempo vistiendo ridículas camisetas ajustadas o vaqueros rotos con zapatillas deportivas. Por no hablar de esas estrellas de rock que, superados los sesenta, continúan luciendo las mallas y otros abalorios más propios del armario de un indio arapahoe que de una persona de la tercera edad.
La excusa perfecta para justificar toda esta búsqueda de la juventud a cualquier precio, que en ocasiones llega a lo que se conoce como Complejo de Peter Pan, la encuentran todos éstos por medio del tópico “la edad está en el espíritu”. A mi me parece muy bien que la gente se sienta joven a pesar de lo que diga su fecha de nacimiento, lo que no me parece de recibo es que esta “juventud espiritual” sea la coartada para hacer el ridículo públicamente. Con esa fácil y tan políticamente correcta afirmación, algunas personas se arrogan la potestad de pisotear la elegancia. Los espiritualmente adolescentes incluso despiertan admiración entre el personal en no pocas ocasiones.
Cher, Madonna, la castiza Marujita Díaz o la ya citada Ana Obregón, bióloga para más señas, son algunos ejemplos de lo que vengo a decir. Seguramente el amable lector coincidirá conmigo respecto a la deplorable imagen que ofrecen los aquí citados en lo que a huida de su edad real se refiere. Confío en que su juicio sea igualmente crítico con los que se sienten jóvenes de espíritu dentro de su círculo de familiares y amigos.
Una cosa es sentirse joven, otra bien diferente es creérselo y lo peor es intentar parecerlo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
18 comentarios:
Hola Paco, en general estoy de acuerdo contigo, a Marujita y a Ana supongo que las aconseja el enemigo a la hora de vestirse.
Yo he pasado por muchas etapas, cuando vine de Cuba, al no tener referencia de nada, me ponía todo lo que me gustaba sin tener en cuenta si me quedaba bien o no, en ese momento, con 19 años eso era algo perdonable. Con el tiempo he ido adquiriendo mi propio estilo, aunque eso no quita que alguna vez, me haya dado, según palabras de mi hija "un ataque de mal gusto". Pero en términos generales acepto mi edad, 57 años, estoy orgullosa de mis arruguitas porque eso significa que estoy viva, esas caras tan lisas sin ninguna expresión me dan pavor. Eso si, alguna cremita me doy, pero de cirugía ni pensarlo.
De todos modos no me imagino a mi adorado Mick Jagger vestido "elegantemente" para dar sus saltos sobre un escenario al ritmo de la incombustible Satisfaction.
Esto ha sido un batiburrillo de ideas, espero que entiendas lo que he querido decir. Un saludo,
Bueno, yo creo que la elegancia es aceptar tu edad y ya... yo soy de las que piensan que cumplir años es una bendición, será qie he visto muchos muertos en mi vida, y algunos jóvenes... y cada cumpleaños me gusta celebrarlo con la gente que tengo.
Quizá sea que aún soy joven, pero no creo que jamás miente con mi edad.
Besicos
P.D por cierto, por si alguien se lo pregunta... tengo 31 años ;)
En el caso de Preysler supongo que será la excepción que confirma la regla.
Saludos
Estimada Lola,
La verdad es que cuando escribí este artículo me acorde de ti. Por un momento pensé que a lo mejor te podías sentir molesta, en vista de lo sensible que está el personal, que se ofende y habla de "ofensas" a la primera de cambio.
Como siempre tu comentario es sincero y certero. El único punto que te voy a discutir es lo de Mick Jagger. El escenario puede que obligue a llevar la malla y la camiseta de tirantes, pero fuera de él, ¿por qué visten como si todavía rondaran los veinte?.
Gracias una vez más.
Belén,
Esa es al idea: aceptar la edad que se tiene. Sin embargo qué difícil resulta, una vez más abstraerse del mundo que nos rodea, de esa globalización que no es más que la televisión y la Internet que nos envía señales dictatoriales: hay que parecer joven a cualquier precio.
Gracias por tu comentario.
Satine y Mari,
Sobre la Preysler tengo sentimientos encontrados. Por una parte esta señora no luce estridencias de quinceañera, pero está claro que se mata por parecer más joven de las cincuenta y muchas primaveras -tampoco es una "anciana"- que ha vivido. Quizá su profesión se lo exija.
Para mi esta mujer es un ejemplo de lo que nos pretenden vender continuamente: para ser elegante hay que aparentar ser más joven.
Gracias.
Ay Paco, ofendida, no, para nada, sensible, tal vez, pero no por esto.
Un saludo,
P.D. La Sra. Preysler y yo tenemos la misma edad y llegamos el mismo año a España, hasta ahí coincidimos, ah y que a mi me gustaba Julio Iglesias cuando se casó con él. Afortunadamente mis gustos han cambiado en algunas cosas. En cuanto a Los Stones, bueno, ellos son así, mi hija también se horroriza pensando que hace un sexagenario subiendo cocoteros.
Lamentablemente no tengo blog. Pero la elegancia es un tema que me obsesiona (según palabras de mis allegados) y el no tener cuenta me impedia opinar en tus artículos.
Crear un blog es algo a lo le he estado dando vueltas pero carezco del tiempo suficiente como para darle el mimo necesario.
Y me encanta observar a mi alrededor y llegar a conclusiones, tal vez equivocadas, tal vez no. Y si, en estos momentos ese "mundillo" (efectivamente la palabra no es mía) está bajo mi punto de mira. En realidad podría disertar durante horas sobre él, mis conclusiones y mis pequeños experimentos. Y la sensibilidad es una cosa que está muy a flor de piel, no és sólo fruto de tu comentario.
Respecto a tu artículo de hoy, me has hecho recordar a mi tocaya, que se daba baños de sangre de doncella virgen para mantener la juventud.
El miedo a la pérdida de juventud, acercarse al momento del fin, es inherente a la raza humana.
Hola
Que tal todo?
Ya estoy de vuelta,y por supuesto que a nadie o casi nadie le gusta ver a gente tipo Marujita pero tampoco vestidas de señoronas,creo que cada persona tiene un estilo en cuanto a la elegancia no depende de la edad,para mi es otra cosa
Besos
Yo no estoy en contra de q la gente se opere para parecer más joven. Yo a dia de hoy digo q no lo haría pero ya sabéis eso de nunca digas de este agua no beberé.
Lo q no comprendo es q la gente se empeñe en negar la evidencia. Y la evidencia es sencillamente q mucha más gente de la q nos pensamos se ha operado. Y no nos tenemos q ir a la gente famosa. También gente de a pie visita las clínicas de rejuvenecimiento (q no de antiedad).
Creo q saber envejecer es de las csas más elegantes q hay en este Mundo
un consejo, no deberías haber puesto una foto de marujita, da ganitas de cerrar el blog, jejeje!!!! es broma, he leido el post y estoy muy muy de acuerdo contigo,cuando creceran estas petardas, casi seguro que nunca, hay gente que no tiene arreglo. besos
Hola Bathzory,
Imagino que podríamos intercambiar algunas opiniones sobre el concepto de "elegancia": terceravia@gmail.com
No creo que sea miedo a la muerte, sino miedo a la vejez, pánico a no ser deseable, pavor a la decadencia personal.
Trapiello,
Aquí seguimos. No sé qué es ir vestida de "señorona", a lo mejor es el efecto contrario al que yo vengo a comentar: vestirse de mayor todavía para que no queden dudas.
Aristócrata,
Lo de las operaciones es para escribir un ensayo aparte. La libertad individual por encima de todo, siempre y cuando sea producto de la reflexión personal y no de la presión popular.
Bienvenida Lala,
La gente crece, lo que no nos gusta es cambiar.
Gracias a todos por escribir unas líneas aquí.
A mi desde luego me horroriza la obregón y similares, pero reconozco que llevo fatal no de cumplir años. ¿Qué hago?
Raquel,
Como casi todo en la vida se trata de un problema de actitud. Me imagino que cumplir años sienta mal a muchísima gente. Lo importante es que no intentes vencer al tiempo haciéndote pasar por una adolescente. Tarde o temprano se va a notar que la muñeca de la foto no eres tú.
Rejuvenecidos saludos.
Me encantará intercambiar impresiones.
Podemos ser muy "políticamente incorrectos", vocablo que juntamente con "globalización", "sostenible", "blogosfera" y ,últimamente, "paridad", me provocan escalofríos. Y no de placer.
Me permito sugerirte una posible entradilla para uno de tus artículos: la ortografía y la elegancia.
Saludos.
Bathzory,
Gracias por la sugerencia, el tema está parcialmente tratado aquí y aquí, pero creo que nunca está de más ir concretando.
A ver si me escribes un email y nos dejamos de intrigas.
Gracias.
Sol,
Deteriórate pero anticipadamente por culpa del trabajo, otro hábito muy poco elegante, por cierto.
Sobre el deporte aquí tienes mi punto de vista.
Entiendo muy bien el castellano pero no lo escribo bien.
Comienzo por te cumplimentar por la sabiduria sobre la elegancia que tienes.
Hay gente con 20 años que tiene estilo. Son pocos pero existem.
Sobre la Sra. Presley la considero un caso muy interessante. Has notado la maldad que le han hecho en la penultima Hola? La han photoshopado tanto que parecia un fantasma con un bonito vestido.
Y que queriam que los Piedras Rolantes vistieram? Ellos sempre se vistieram assi. Aquello son ropas de viejo para los teens.
A sobre los cremes que se venden ahora. Quitan las arrugas porque inchan la piel e lagente se queda com palas sobre los ojos, etc.
Ya escribi mucho. Continua con tus comentários que son de lo mejor que hay en la net.
Un abrazo
Publicar un comentario