Valores, no derechos
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En ocasiones se producen acontecimientos que ponen a prueba la solidez de
una sociedad. Estos meses, desde que iniciara la huelga de los sindicatos
del se...
jueves, 22 de noviembre de 2007
El glamour y la elegancia
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE), glamour –así se escribe esta palabra de origen anglosajón y de tradición más bien francesa- significa “Encanto sensual que fascina”. De tan abstracta definición podemos interpretar que lo glamoroso o glamuroso –aquí el DRAE aniquila la francesada- es algo que perturba por su atractivo. No estoy seguro, la verdad, sobre si eso es lo que todos interpretamos o entendemos por glamour. Lo que sí creo que es importante es no confundir lo glamuroso con lo elegante.
El glamour, al menos así lo entiendo yo, es una característica que otorgamos a aquellos seres humanos que despiertan en nosotros cierto nivel de atracción. Una atracción que procede generalmente de la fama y el prestigio que los medios de comunicación conceden a determinados individuos. Cabe destacar que los media otorgan prestigio y fama no en base a un sistema de méritos personales o profesionales, sino por el nivel de interés que pueda despertar una persona y, por ende, por los niveles de audiencia que llegue a generar aquella. Por poner un ejemplo, el recientemente fallecido Fernando Fernán-Gómez era mucho menos famoso de lo que era Carmina Ordóñez, las muertes de uno y otro van a producir un volumen muy diferente de minutos de televisión o de páginas de prensa. Sin embargo, Fernán-Gómez fue un actor genial y la Ordóñez no era más que una vividora.
El glamour es una característica adquirida externamente, otorgada por los demás. La prensa, los críticos, los líderes de opinión, el resto de las personas, en definitiva, son las que generan el glamour. Por el contrario la elegancia es algo de lo que uno es absolutamente dueño. A mi no me hacen elegante los demás, pero sí me convierto en glamuroso con la venia de los otros. Si hiciésemos una encuesta entre los lectores de esta bitácora estoy convencido de que más del ochenta por ciento considerarían que Kate Moss es una persona con mucho glamour, pero ¿es elegante esta joven drogadicta?. No seré yo quien gaste la huella de mis dedos en juzgar al personaje.
Algo similar podríamos cuestionarnos sobre figuras a las que estamos tan habituados a ver desfilar por las alfombras rojas o delante de escenarios llenos de logotipos. Jennifer López, Christina Aguilera o Cate Blanchett son algunos ejemplos de personas que convierten en glamurosa una fiesta benéfica o una entrega de premios, pero esa categoría ha sido entregada previamente por los medios. A estas tres señoras las han hecho figuras de relumbrón, que vienen a ser algo así como piezas cotizadas para los reporteros, sus asesores de imagen y en relaciones públicas. Estos gremios son hoy día los chamanes posmodernos. Su trabajo consiste en lograr convencer al mundo entero de que una actriz de origen latino más o menos agraciada es un símbolo de elegancia universal. Será para quién se trague lo que dicen las revistas.
No podemos dejar de lado ese glamour menos mediático y más cercano. Ese glamour al que nos referimos para definir un evento local, un establecimiento comercial concreto o a una persona más o menos de nuestro entorno. Incluso he escuchado a algunas madres hablar de “colegios con glamour”. Mal empiezan algunos niños gracias a estas madres tan pretenciosas. Porque se empieza asistiendo a colegios glamurosos y se termina acudiendo a centros de rehabilitación no tan codiciados.
El caso es que este glamour cercano, además de ser fruto del juicio de los demás, resulta ser algo que se puede comprar, con un cierto nivel adquisitivo, claro está. Se puede llevar a los niños a un colegio glamuroso, conseguir entradas para una fiesta o un club glamuroso y comprar en las tiendas más glamurosas de la ciudad. Lo que no vamos a poder comprar nunca con dinero es la elegancia. Esa es la gran diferencia entre elegancia y glamour.
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16 comentarios:
Hola Paco, el blogger está un poco antipático y no está permitiendo dejar mensajes.
Para mi un ejemplo de señora elegante es la reina Dª Sofía, es discreta y viste bien y se le ve natural. Según la revista Vogue la reina de Inglaterra es glamorosa, según ellos porque lo mismo lleva de manera natural un sombrero que un pañuelo a la cabeza y sin perder su personalidad. Prefiero abstenerme de hacer comentarios respecto a la indumentaria de la señora.
Creo que Rita Hayworth era glamorosa según lo que dice el diccionario, Audrey Hepburn en este caso sería elegante.
Según una vecina, vivimos en un barrio "chic" ¿glamoroso, elegante? no se en realidad lo que quiere decir, yo solo veo a mi barrio venido a más gracias a unos grandes almacenes que tenemos cerca. Veo a mis vecinos
de toda la vida gente muy normalita, aunque es cierto que algunos elementos venidos a más se vuelven locos por venir a vivir aquí. Lo que quiero decir es que cada uno ve lo que quiere ver. ¿me he explicado bien o me he enrollado demasiado? Saludos, y espero la foto del atardecer.
Estimada Lola,
Vogue puede considerar que Isabel II tiene glamour, pero otra cosa es que uno se lo crea.
Los barrios con glamour son otro ejemplo de lo mismo. Ahora si le añadimos el término chic yo creo que se le está dando un toque más cercano a de moda. No sé habría que darle vueltas.
Sobre el atardecer parece que el tiempo no está acompañando y sigue lloviendo por las tardes. A ver si hay suerte en los próximos días.
Estimada Uma,
Veo que coincidimos bastante.
Lo de los colegios glamurosos lo escuché la semana pasada de una madre que, evidentemente, confunde educación con dinero. A ver lo que sale de ahí.
Un abrazo.
cuanto glamour que estoy viendo en tu weblog!!!!
saludos,
Prácticamente de acuerdo en casi todo, salvo que a mi entender la elegancia tampoco nos pertenece. O se es, o no se es pero no se puede adquirir.
Yo también creo que además de personas, hay situaciones y cosas con glamour.
Por lo demás, ya digo, estamos de acuerdo.
Un abrazo,
Será que se puede ser elegante y glamouroso a la vez? es solo una inquietud.
Si bien estoy de acuerdo en que con elegancia se nace y el glamour se puede adquirir...no conicido con la imagen tan peyorativa de glamour que nos planteas, talvez te estás refiriendo al glamour Hollywoodese... coincido..glamour para las masas...sin embargo no creo que sea el glamour al que hagan referencia tus amigos los franceses.
En este mundo farandulero creo que se pueden encontrar algunas personas glamourosas y elegantes a la vez, para mi Liv Tyler.
Solo un comentario.....
me horroriza el término glamour, el concepto, el significado y el uso que se le da. lo detesto.
bonito blog, un saludo.
Tawaki,
Sobre si la elegancia nace o se hace ya emití mi opinión aquí.
Melissa,
¡Claro que se puede ser elegante y glamuroso!. Lo que yo vengo a decir es que no hay que confundir una cosa con la otra.
Gracias por tu comentario y bienvenida al blog.
Baglife,
¡Gracias!. Te propongo intercambiar links.
Un abrazo a todos y gracias de nuevo.
Prefiero la elegancia al glamour. La elegancia es clase mientras que el glamour es sólo fachada.
un abrazo.
y Kate es una buena muestra de elegancia!!
saludos!
el glamour es sólo fachada, detesto hasta el vocablo!!!
Lo de los colegios con glamour te demuestra que cada vez vivimos en una sociedad más estúpida y vanal. Si en esta generación ya vemos cosas que claman al cielo, pobres de las generaciones que vengan con lo que están viendo en sus propias casas ...
A mi me encantaria que la gente no tuviera tanta tonteria...
Cada uno que diga lo que quiera,y si una señora le quiere decir a su hijo que el colegio es glamuroso,que se lo diga,pobre niño pero..
A mi me gusta la belleza de las cosas,que no para todo el mundo es igual,pero cuando miras algo y es estetico o elegante,sencillo pero tiene algo,me encanta!!!
Un beso para el hombre mas elegante de San Jose
Parece que la palabra "glamour" cada día gusta menos, pero cada vez se utiliza más. Paradójico sin duda. Quizá debiéramos reflexionar algo sobre el fondo el asunto.
Trapiello me vas a hacer sonrojar. Sinceramente en San José distinguirse de la masa no tiene ningún mérito.
Muchas gracias por los comentarios.
P.D. Sobre el tema de los niños ya se está cociendo un artículo completo.
Si el Vogue ha dicho que Isabel II tiene glamour debe ser verdad, es el diccionario del glamour.
El glamour no está solo en los brillantes o en un vestido negro o carmín, tambien lo está en los tonos pastel y en la forma de llevarlo.
http://manuelortegaromero.blogspot.com/
http://manuelortegaromero.blogspot.com/
A mi darme elegacia y no más glamour. Cada día me es más facil encotrar las similitudes entre el glamour y el ridículo que las diferencias. Darme la elegancia de Grace Kelly y quedaros con el glamour de la Sra. Beckam y de John Galliano
Estoy cansado del todo vale. Me niego a admitir que sea glamuroso ir con vaqueros a una recepcion oficial, a no llevar corbata en los telediarios. Eso no es glamour es chabacaneria
El Aristócrata
La elegancia no quiere decir q se es dueño de si mismo al igual q el glamour cada quien puede tener determinados gustos e estilos de vida , también opino q el glamour no está relacionado con la validación externa sino lo llevas por dentro q es similar a lo de la elegancia , es mejor dejarse llevar por sus propios instintos hay gente con mucho dinero pero el dinero no compra la distinción un abrazo .
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