lunes, 16 de julio de 2012

La felicidad de elegir. Camisas a medida.

Confieso, no sin cierta amargura, que hacía casi ocho años que no me hacía una camisa a medida. En Costa Rica es sencillamente imposible. Mis intentos con trajes y chaquetas fueron irregulares, pero lo de las camisas ni siquiera era una opción. Ha sido una travesía por el desierto, paniaguada con el descubrimiento de un par de marcas que se adaptaban relativamente a mis necesidades, aunque muy lejos de lo que ofrece una camisa hecha a medida.

Esta travesía acaba de finalizar gracias a la tecnología. La firma tailor4less.com ha sido todo un descubrimiento. Ahora puedo encargar mis camisas a medida por internet y recogerlas en alguno de mis viajes a España o solicitar que me las traiga alguno de los numerosos expatriados y emigrantes que empiezan a poblar Costa Rica -como el resto de América Latina-.

¿Por qué un hombre necesita hacerse las camisas a medida?. Se preguntarán no pocos, mayormente aquellos que encajan con el perfil del que se hablaba aquí hace tan sólo unos días. Las razones son múltiples. Para mi lo fundamental es que la camisería a medida permite a la prenda masculina por excelencia adaptarse al cuerpo de su percha.

En mi caso tengo el cuello más bien estrecho y los brazos largos, con lo cual las medidas estándar suelen quedarme boconas y cortas de mangas. Si acorto una talla para lograr el ajuste perfecto en el cuello, las mangas ya rozan el ridículo. Con la confección a medida logro lo que necesito: cuello 39, cuerpo 40 y mangas 41.

No termina ahí la cosa. La camisería a medida permite la personalización absoluta de la prenda. Veamos algunos detalles que pasan desapercibidos para el común de los mortales. Si se usa puño doble para gemelos es un crimen que la camisa tenga bolsillo -salvo si uno es ingeniero y uno puede vivir sin el roller en el bolsillo-, detalle que a la inmensa mayoría de los fabricantes parece no importarles. Del mismo modo una camisa de vestir no debería tener tapa en los botones, es lo que se conoce como cierre francés.

La elección del tipo de cuello es otra ciencia aparte, si bien en tailor4less.com andan bastante escasos de opciones y es de las pocos puntos para la mejora que tienen. Como lo es el bordado de las iniciales, su tipografía, color y ubicación. Todavía recuerdo aquella vez que me preguntaron qué marca era aquella tan rara F.A., ¡cosas veredes, amigo Sancho!.

Otras posibilidades que no son fruto del azar o el capricho es si la camisa es más o menos entallada; si tiene fuelle sencillo o doble en la espalda, o bien si es totalmente lisa. Ahora se riza el rizo y uno puede elegir el color con el que se cosen los ojales, me imagino que un detalle de gran predicamento en Italia. Se puede escoger el color de cuello y de la vuelta de los puños, lo cual puede llevar a no pocas estridencias, pero igualmente a alguna muestra de distinción.

El resultado de esta experiencia ha sido bastante agradable. He logrado volver a apreciar los detalles de la libertad de elección, cercenada por la confección tradicional y negada por el desconocimiento generalizado.

4 comentarios:

lola santana dijo...

Hola Paco, cerca de mi casa había un local donde se podían encargarse las camisas a medida, pero cerró hace poco, cosas de la crisis supongo.
Y una anécdota, hubo un tiempo en que en el trabajo de mi marido pusieron de moda un uniforme, camisa blanca de manga larga, pantalón gris marengo y corbata.El uniforme lo ponía la empresa. Bueno te diré que las camisas eran a medida.... a medida que uno entraba te soltaban un par. Las que le tocó a mi marido durmieron el sueño de los justos hasta que se las regalé a Cáritas.
Que tengas una buena semana.

Marimon dijo...

Excelente publicación, felicidades.

chaquetas a medida Zaragoza

Unknown dijo...

Muy buena publicación, me ha gustado mucho la forma que lo explicas.

Atentamente Rob

PATU dijo...

Les recomiendo al Sr Alexander (506) 8810-9310 en Costa Rica. Con él tienen a disposición una gran variedad de algodones a escoger y podrán disfrutar de una camisa a la medida de calidad. Así como trajes y chaquetas.