Valores, no derechos
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En ocasiones se producen acontecimientos que ponen a prueba la solidez de
una sociedad. Estos meses, desde que iniciara la huelga de los sindicatos
del se...
martes, 3 de junio de 2008
El trabajo y la elegancia
Trabajar no es nada elegante. Empiezo por el final para que no queden dudas y porque no quiero conducir a errores a los posibles lectores de estas líneas.
En el mundo que nos rodea la gente piensa exactamente lo contrario, craso error. Ejemplos no faltan. Imagino que el amable lector ha caído alguna vez en la trampa de sacar pecho porque sus obligaciones laborales o empresariales le tienen absolutamente consumido. “Estoy hasta arriba de trabajo”, es la expresión más habitual que empleamos para demostrar lo importantes que somos para el mundo civilizado. Sin nuestra aportación diaria de –al menos- doce horas de estancia en la oficina la vida en el planeta Tierra se vería seriamente afectada. Al menos eso es lo que algunos piensan.
En la Edad Media trabajar estaba muy mal visto. Las personas se dividían, básicamente, en cuatro grupos sociales: nobles, clérigos, labradores y artesanos. Trabajaban lo justo y dedicaban mucho tiempo al ocio. Desde cazar hasta compartir largas jornadas con la familia y amigos. Nadie se mataba trabajando y, por supuesto, no se les ocurría presumir de lo mucho que lo hacían. Luego llegó Lutero, que debió ser un señor muy amargado, al igual que todos los que le dieron pábulo en aquel entonces, para inventarse que el trabajo era una cosa maravillosa y que lo importante era acumular riquezas, amén de otras muchas cosas que no vienen al caso.
La cuestión es que todo cambió y hoy en día se ha impuesto la idea de que trabajar es una cosa más que normal, incluso elegante. Nada más lejos de la realidad. El hombre elegante debe huir del trabajo a toda costa, dado que él está llamado a metas más importantes en la vida. Desde la contemplación del paisaje –urbano, costero o rural-, hasta la divagación sobre los más complejos temas que conciernen al ser humano, pasando por el cultivo de las buenas costumbres como la lectura o la audición de música. Trabajar suele quitar muchísimo tiempo para este tipo de actividades, amén de para cosas vitales como conversar distendidamente sobre los más diversos asuntos, degustar exquisitos platos y bebidas de diferente graduación alcohólica o saborear un buen cigarro habano.
A mi me da mucha pena toda esa gente que anda recordándonos a diestro y siniestro lo ocupados que están, la de reuniones que tienen, la de vuelos de negocios que se ven sometidos a realizar. Conste que, en su mayor parte, lo hacen gustosos, con lo cual las quejas no son más que muestras de ese otro mal endémico que padecemos: el victimismo. Las personas expresamos nuestra vanidad por medio de la abnegación, de la insoportable carga que recae sobre nuestros hombros, así que vamos gritando a los cuatro vientos lo mucho que trabajamos, cuando en el fondo lo que queremos es dejar claro lo imprescindibles e importantes que somos.
Yo no siento ninguna envidia por los amigos míos que trabajan los sábados. Menos aún por los que van a la oficina algunos domingos. Tampoco tengo el más mínimo sentimiento de inferioridad hacia los que van consultando su teléfono móvil con correo electrónico incorporado en los restaurantes y las cafeterías los días de asueto. Seguramente yo no soy tan importante para la vida de mis semejantes como para verme obligado a soportar interminables jornadas laborales, ni tampoco para que mi presencia en la oficina sea requerida sábados y días de guardar. No me importa.
Probablemente algunos pensarán que son muy felices trabajando como esclavos doce horas al día, seis días a la semana porque “me encanta mi trabajo”, lo cual tampoco me produce ninguna envidia en términos generales. A mi también me encanta el mío, pero sin violencia y sin los rigores de los horarios, las llamadas inoportunas y las insufribles reuniones, habitualmente llenas de personas que se creen muy imprescindibles.
Vivimos obsesionados por el futuro –esa terrible espada de Damocles- y por la acumulación de objetos de mucho precio y escasísimo uso, dado que malgastamos nuestro tiempo trabajando. Ganando dinero para derrochar en momentos aislados y en los que la diversión o el disfrute son una obligación, sino un tedio. Salimos de vacaciones con vergüenza por las tareas sin resolver que tenemos en la oficina, creyéndonos que todo gira en torno a nuestra participación –generalmente escasa- en la vorágine laboral. Una actitud muy poco elegante.
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34 comentarios:
uy, pienso lo mismo, y lo malo es que no puedo aportar nada! Bueno si, leete el libro "buenos dias pereza"
Hola, siempre me ha llamado la atención que el "inventor" ,un tal Carl Marx, del comunismo ciéntifico, un sistema en el que todo el mundo tiene que producir obligatoriamente para "beneficio de la sociedad" fuese un señor que nunca dio un palo al agua. Ese señor anteponía la elegancia a la práctica de sus teorías.
Un saludo,
Pakithor, después de leer estas líneas, te juro fidelidad eterna.
Yo, definitivamente, no tengo tiempo de trabajar. A la gente le suele parecer una broma cuando pronuncio esta frase, pero yo la digo completamente en serio.
Aunque en realidad, de momento de lo que no tengo tiempo es de vivir, porque por desgracia no consigo otro sustento que la nómina a fin de mes, pero estoy en ello, no pierdo la esperanza.
Sin que sirva de precedente...estoy de acuerdo contigo.
Me alucina los que me dicen"ahora que no estas trabajando te aburriras no???"...Y yo pienso la vida de la gente es tan aburrida que si no tienen un trabajo no saben que hacer con su tiempo??.
Yo No me aburro para nada,lo unico malo es que no va a durar para siempre...Como odio no ser rica!!
¿Trabajo? ¿Están hablando de trabajo? Solo pensar en trabajar me cansa.
Si el trabajo es salud, que trabajen los enfermos.
Saludos Paco.
Raquel yo te recomiendo a ti las obras de Tom Hodkingson, todo un profesional de la holgazanería.
Lola creo que te equivocas. Marx sacrificó su vida por los más desfavorecidos por medio de la literatura. Su estilo de vida burgués es algo que tuvo que soportar amargamente durante toda su existencia. Eso le ocurre mucho a todos los que predican el progresismo y demás sucedáneos del socialismo.
Beatriz a ti también te recomiendo que leas a Hodkingson, sobre todo "Cómo ser libre". Sobre lo de la fidelidad yo creo que mejor me la gano en cada nuevo artículo, pero gracias por la confianza.
Yose no me quedó espacio para hablar de la presunta liberación de la mujer por medio del trabajo, que creo que es el timo de la estampita en versión Revolución Industrial.
Rigo ¡qué placer verte por aquí!. Ud. sí que sabe lo que es la vida.
Muchas gracias a todos por las líneas.
pakithor...mi fidelidad eterna como supondrás era una exageración...y mas desde que sé "rumorea" que eres "gallardonista", jaja
yo, fidelidad eterna...a Dios y poco mas.
seguiré tu recomendación y leeré a
Hodkingson, a ver si me instruyo y logro mi meta.
un abrazo,
Sol...y ese tio es tu amigo???
Me parece un poco...es que no sé si lo puedo decir...
Me imagino como le haceis el vacio en las fiestas...ji,ji,ji.
Beatriz no te creas nada de lo que se dice en los mentideros de la Red. Posiblemente sea todo cierto. Si quieres saber mi orientación política pásate por aquí.
Sol veo que tienes amigos sin cuya aportación diaria al mundo de los negocios muchas personas morirían de inanición. Estoy convencido de que se quedan un par de horas en la oficina por la noche visitando páginas de Internet para llegar más tarde a casa o para contar al día siguiente: "Ayer salí a las 10 de la oficina y luego tuve una cena con una gente que vino de Nueva York" y otras muchas expresiones propias de la gente de mucha importancia.
Gracias por comentar.
Creo que que hablas de cierto tipo de trabajo, porque uno realmente siempre está trabajando, incluso en sus tiempos de ocio. Para la vida y calidad de vida como tal el ser humano debe ejercer esas actividades que le propicien bienestar. Trabajar es una delicia cuando se hace por placer, aunque digas que no, y no por sobrevivir. Trabajar por el placer de hacer algo creativo, algo propio, algo personal, que puede verse como el logro de metas y sueños. Trabajar por los sueños propios. Eso creo yo es elegante. Es respetable y digno.
Sol, ese amigo vuestro es solo un hortera mas, pobre, no seais crueles.
Yo conozco muchos ejemplos tambien al contrario, por ejemplo mi jefe, que es una delicia.
Mi gran referente fue mi tío y padrino, presidente de una de las empresas españolas mas representativas y que por poner un pequeño ejemplo murió sin haber tenido jamás un móvil.
Pakithor, un artículo sobre las actitudes elegantes o no de los jefes sería interesante.
Saludos
Pakithor...ya me he paseado por "ahi"...y veo que los mentideros efectivamente no se equivocaban...ja,ja
Ay, Paco, no sabes cuanta pena me da Marx, pobre.
¿para cuándo algo sobre la elegancia en la reuniones de comunidad? ¿recuerdas aquello que te comenté hace algún tiempo? llegamos a un acuerdo, se retiró lo dicho por la señorita en cuestión y santas pascuas, pero nada de darle satisfacción pública, lo que dijo lo dijo y con testigos.
Un saludo,
Eve es que para mi de lo que tú hablas no es trabajo.
Beatriz, en efecto, te dije que los mentideros de Internet suelen tener razón. Escríbeme un correo, por favor.
Lola, gracias por la sugerencia. Las reuniones, en general, son un tema que deberíamos tocar, ¿no te parece?.
Gracias de nuevo.
hola!
que bueno post y blog!
muchas gracias por pasar el mio, vamos cambiar links?
ya estás em mis favoritos!
muchos besos,
hasta luego,
Kira
Tiendo a no creer en nada de lo que la gente presume en exceso y se enorgullece en exceso tambien. El que dice que trabaja mucho, no me lo creo.
El que dice que no trabaja nada, no me lo creo
Me gusta eso de "vales mas por lo que callas, que por lo que dices"
las reuniones de trabajo y la elegancia??? desde luego, tanto tio pestoso en una misma microhabitación, hablando sobre la insoportable levedad del ser y flipando por estar alli, porque cuenta como hora de trabajo, es muy grave!!!
Love the pictures you have posted. you HAVE DONE AMAZING WORK them?They are fabulous!these are gorgeous illustrations!Very nice,Lovely pictures.
Kira muchas gracias. Ya te he puesto el enlace. Como siempre digo, si alguien me tiene enlazado y yo no a él que me lo diga, por favor.
Ely, sobre el hablar y el callar creo que escribiré en eso de las reuniones, a ver si Raquel me ayuda un poquito.
Rohit. Thank you so much. Most of my pictures are take from the Web, but the last one is mine. It´s San Andrés Island (Colombia) a real paradise.
Siento escribir en idiomas, pero cortesía obliga.
Gracias a todos.
que bueno!
muchas gracias por me agregar también!
besos y abrazos,
hasta luego,
Kira
Estoy totlamente de acuerdo,creo que es el post con el que me siento mas identificada,me parece una tonteria que la gente piense que es util porque trabaja,es horrible tener que estar 8 horas o las que sean encerrada en un sitio,a mi me entra una angustia que ni te cuento
Brindo porque no tengamos que trabajar nunca mas y podamos dedicarnos solamente a aquello que nos gusta y nos parece interesante
Un besazo y me has alegrado el dia
bueno, y ahi estaba nuestra queridisima coco chanel que puso de moda el morenazo de no hacer nada mas que estar de yate en yate y de juerga en juerga en St Tropez.... que viva el no hacer nada y disfrutar de la vida!
Ahora que me he dado cuenta, he accedido con la cuenta de mi amigo Marco. Soy Carla, lo digo por lo del beso :P
¡Saludos!
Trapiello, ¿pero tú no tenías trabajo nuevo?.
Bobble, seguramente todo eso estaba muy mal visto entre la sociedad del momento.
Cacao, no te preocupes, me había extrañado pero... nunca se sabe. Sobre el fondo de la cuestión, sólo queda agradecer el testimonio que ratifica mi tesis. Saludos a Marco.
Muchas gracias a todos.
Muy buen post y muy buen blog. Lo seguiré!
Gracias, doña Perfecta.
pakithor, tienes más razón que un santo. Yo desde luego no presumo de estar agobiado de trabajo: por algo soy funcionario, y tan feliz, oye. A mí me dan mucha pena estos "trabajoadictos". Será que su vida está tan vacía que no se les ocurre otra cosa que hacer que pasar las horas muertas en sus despachos, oficinas, talleres o negocios. Peor para ellos...! Seguro que llegará el día en que caerán en la cuenta (si es que no lo han hecho ya) de que son perfectamente sustituibles, prescindibles. Y seguro que los demás (jefes, compañeros, subordinados...) también lo saben. Todo es una gran farsa, que se va manteniendo en intrerés de todos. Hasta que la burbuja explota, y entonces viene el llanto y el crujir de dientes, en expresión bíblica.
Tengo trabajo nuevo,pero eso no quiere decir que me parezca genial trabajar...es mas no me gusta nada!!!
Un besazo y que lo pases muy bien
Pakithor, a usted en Asia le da un infarto o mata a alguien con esas ideas. LOL.
Ya entiendo porque aca son tan poco elegantes - en todos los sentidos!
Muy interesante. Te recomiendo visitar www.eldandy.net. Coincide con el sentir general de tu blog.
Enhorabuena. Sigue en esta línea
Hola Pakithor.
No vengo mucho, pero cuando lo hago me leo de un tirón varios artículos. Y algunas veces como ahora, dejo algún comentario.
Hay algo que no acabo de captar de este artículo. No se bien a lo que te refieres. Me explico:
No estoy seguro si trabajar es elegante o no, pero lo que si que me parece muy poco elegante como comportamiento en la vida, es ser un vago redomado y vivir del cuento.
También me parecen poco elegantes esas actitudes de decir a diestro y siniestro lo muy atareado que se está y de las muchas horas que se trabaja. Esto en realidad es sintomático seguramente de la mediocridad y poca elegancia de sus vidas. Pero aquí lo poco elegante no es el trabajo en si, sino esa vanagloria y egocentrismo.
Entiendo que el trabajo en si mismo es un mal necesario que no aporta (suma) nada de elegancia y que por ello no se ha de anunciar necesariamente, y mucho menos jactarse, lo cuál si que «resta» elegancia. Pero la ausencia del mismo (trabajo) si que resta elegancia, en mi opinión, claro.
Entiendo que la elegancia consiste en la habilidad y acierto para ser alguien productivo y útil para tu entorno, sin tener que ir diciendolo a todo el mundo.
Saludos
Lino,
En general creo que lo has entendido bastante bien. Aunque yo creo que ser un "vago redomado y vivir del cuento" no es en sí elegante o no-elegante, simplemente digno de envidia.
Saludos y gracias.
He leído la recomendación de Noël de Zemog acerca de la página web eldandy.net. Coincido con él. Una maravilla en contenidos y una presentación y estructura elegante y refinada. Merece la pena. La recomiendo yo también.
Golfo, ya pasé por allí y me gustó lo que vi, aunque escribí a su autor y no se ha dignado en contestarme.
Saludos.
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